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29/05/2011

Dynamiter la transition/ Dinamitar la transicion

Juan Carlos Monedero: “El relato mítico de la Transición deja paralizada a la izquierda”
Prensa Contamíname, 28-05-2011 - 29 Mayo 2011

“Hay que dinamitarlo para poder avanzar”


Sábado, 28 de mayo de 2011

Juan Carlos Monedero: “El relato mítico de la Transición deja paralizada a la izquierda y hay que dinamitarlo para poder avanzar”

El historiador Pablo Sánchez León propone recuperar la referencia crítica de finales de los 70, que “sigue viva” e irradia su influencia sobre el movimiento de los indignados

“El relato mítico de la transición deja paralizada a la izquierda”, aseguró ayer el profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Juan Carlos Monedero, que participó con el historiador Pablo Sánchez León, investigador de la Universidad de Euskadi, en un debate dentro del programa de la tercera sesión de II Jornadas Políticas de Memoria y Construcción de Ciudadanía, que organizan en Madrid la Fundación Contamíname para el Mestizaje Cultural y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).

El principal problema que causa un análisis de la Transición no surge de estudiarla “como un asunto histórico”, sino si se analiza como un problema político y se intenta vincularla “a lo que ocurre en la actualidad”, dijo Monedero, haciendo referencia, aunque no solamente, a las movilizaciones de “los indignados” acampados en plazas de ciudades españolas. En este sentido, el profesor de la Complutense aseguró que el movimiento 15-M y los resultados de las recientes elecciones locales son una expresión de “la crisis de la izquierda institucional”.

“Me gusta negar la falacia de un falaz como Alfonso Guerra, cuando dijo que había una pizarra de la Transición que él había elaborado”, aseveró el profesor, quien subrayó que en la Transición “no hubo pizarras, sino que fue un cúmulo de improvisaciones en una relación dialéctica entre las presiones populares con los propósitos diferentes de distintos sectores: empresarios, ejército, políticos franquistas e incluso Estados Unidos”.

“Los vicios de la Transición son también los vicios de la democracia”, dijo Juan Carlos Monedero, quien destacó entre ellos la existencia de un Tribunal Constitucional, “una barbaridad en una democracia consolidada”, que “multiplica el disparate al infinito” cuando es capaz de frenar un Estatuto aprobado por un parlamento y refrendado por la población.

Otros “vicios” de la democracia española resultantes de la Transición son “la debilidad del Estado social, el desconocimiento de una Constitución, que la condena a no poder desarrollar sus aspectos más progresivos y la excepción española que permite ser demócrata sin ser antifascista, de manera que no hay un partido de extrema derecha, porque está resguardada dentro de un partido de apariencia democrática”. Finalmente, de este periodo se arrastran los lastres provocados por la “construcción de España por agregación” y “el poder de la iglesia en las estructuras sociales”, generador del “problema religioso”.

“La política es conflicto”, subrayó el politólogo, sin embargo, durante la construcción del sistema democrático se enalteció el consenso, “palabra mágica” con la que se pretendía evitar los conflictos y que se presenta como que “habría permitido que los españolitos acabemos enfrentándonos de nuevo”.

Dentro de la Transición, además, se plantearon varios elementos que hay que eliminar: la anulación de la tradición democrática en la historia española -de forma que la democracia queda como un “invento de la Transición”-, la presentación de la sociedad democrática como un espacio sin conflictos -“y cuando los hay, el Rey los resuelve”-, y el cambio del enfrentamiento entre franquistas y antifranquistas por el choque “bunker-demócratas”, establecido a partir del 23-F y que permite “pertenecer al bloque de los demócratas siendo franquista”. La conclusión del 23-F, además, “sanciona la gran mentira de decir que hemos acabado con los del bunker”. Este relato dominante sobre la Transición “trae una mentira que hay que dinamitar para poder avanzar”.

Es necesario, por tanto, crear nuevos relatos de la Transición, en un país con una historia que presenta “demasiadas discontinuidades”, con grandes vacíos que hay que rellenar. Y para resolver uno de esos vacíos, el historiador Pablo Sánchez León presentó “su” memoria de la Transición, la protagonizada por “ácratas, jipis, macarras”, que ya a finales de los años 70 elaboró un discurso crítico con la “política real”, que se ha vuelto a escuchar, más de treinta años después, en las plazas ocupadas por el movimiento de los indignados.

Para conectar con ese anterior análisis crítico no hay que conocer la Transición, basta con “re-conocer lo que ya sabemos y hemos olvidado: esa referencia sigue viva, solo necesitamos reconocerla en lo que está sucediendo en el presente”, entonces, “irrumpirá un nuevo nosotros, que ha estado ahí todo el tiempo, aunque lo hayamos olvidado, está aquí, todo el tiempo. Basta con recordar quiénes fuimos. Estamos volviendo [a esa referencia en el pasado] después de notar que las salidas han llegado al límite”. El ejercicio no es difícil, aseguró el historiador, porque a través de los relatos históricos es posible “recordar lo que no se ha vivido”.

Monedero, por su parte, planeta que “solo la reconstrucción el relato de la Transición permitirá reconstruir la democracia y esto va a significar el enfrentamiento generacional”. El profesor propuso rescatar la memoria del exilio: “me pregunto con tristeza si no estará en el exilio la base genética de nuestra democracia, si no será esa flor del exilio la que nos permitirá reconstruir la democracia”.



Prensa Contamíname

Indignados PAU

 

150 selon les organisateurs;

1,5 selon le consul, spécialiste en "Colloques" à l'université, excluant les "Rouges".

 

Rassemblement Indignados vendredi 27 mai.jpg

28/05/2011

Les enfants volés par les franquistes

(article paru dans la presse en mai 2011)

 

Les enfants volés du franquisme

 

L'un des plus terribles crimes contre l'humanité du franquisme, enfoui depuis 70 ans et dont on commence à peine à mesurer l'ampleur, est le vol de milliers d'enfants républicains à leurs mères emprisonnées, "disparues" ou exilées. Au moins 30 000 selon l'ordonnance d'octobre 2008 du juge Garzon. Jusqu'à présent, lorsque l'on traitait de ce sujet, c'était en référence à l'Argentine et aux "Folles de la Place de Mai": 800 enfants volés par les militaires, dont une centaine retrouvés par la mise en place d'une "Banque nationale de données génétiques" et d'une Commission de Recherche. En Espagne, rien de cela. L'Etat espagnol ne réagit pas et échappe à ses devoirs pourtant consignés dans nombre de textes internationaux en matière de Droits de l'Homme. Amnesty International parle d'une "macabre exception espagnole". La loi "d'amnistie" de 1977 rend encore le franquisme intouchable !!

Des centaines de "disparus en vie" errent donc dans les rues des villes espagnoles. On sait aujourd'hui que le vol d'enfants républicains à leurs mères et familles "rouges", fut une politique et un crime d'Etat, planifié et théorisé par le régime; une forme de répression radicale, d'épuration politique. L'éminence grise de cette monstruosité fut le psychiatre eugéniste et fasciste Vallejo Nágera. Par lettre du 19 août 1938, Franco l'autorisa à créer un "cabinet de recherches psychologiques" pour "investiguer les racines biopsychiques du marxisme", conçu comme une "pathologie mentale". Les marxistes seraient porteurs d'un "archétype du mal" (Journal médical espagnol du 8 octobre 1938). Dans son ouvrage "La folie et la guerre", il affirme qu'il manque aux femmes "les inhibitions intelligentes et logiques". Vallejo Nágera considère qu'il existe une "race espagnole supérieure" et des races inférieures; les républicains, les "rouges"... Il faut donc "purifier"" la race, éviter contagion et dégénérescence en enlevant aux familles possédées par le démon, le "gène du marxisme", leurs enfants, afin de les rééduquer en les confiant à des familles bienpensantes. Ces enfants, dans une première étape, transitent par les institutions et orphelinats religieux, ainsi que par "el Auxilio" social de la Phalange. L'Eglise a donc pris dans ce crime une place prépondérante. En 1943, 12042 enfants étaient placés sous cette double tutelle. Que sont-ils devenus? En 1940, le régime dessaisit leurs familles de l'autorité parentale et la loi du 4 décembre 1941 autorise à changer le nom et le prénom de ces enfants. La voie est ouverte à des milliers d'adoptions illégales, au vol organisé.

Plus encore, la Phalange chargea son "Service extérieur" (paramilitaire) d'aller récupérer, "par tous les moyens" (rapport de 1949)  les milliers d'enfants que les "Rouges" "séquestraient"  à l'étranger, notamment en France, dans les camps, les "colonies" du gouvernement républicain en exil . Lorsqu'ils revenaient par trains entiers, des photos les montrent faisant le salut fasciste sur le quai des gares. Quelles furent les complicités des autorités françaises, du gouvernement Daladier? Puis de Pétain?

On vient d'apprendre que cette politique de répression revancharde continua même au-delà des années 1950, pour des raisons devenues désormais plus mercantiles qu'idéologiques. Les réseaux d'adoption illégale (on faisait croire aux mères, célibataires et pauvres, que leur bébé était mort) constitués par des religieuses, des médecins, des avocats... ont vendu et exporté des bébés, y compris à l'étranger, jusqu'en 1987. Ces vols eurent lieu dans des cliniques, des crèches, la plupart liées à des organisations religieuses.

L'association nationale des victimes des adoptions irrégulières a recensé en quelques semaines plus de 1 000 cas. Les doutes sur sa propre identité ne sont-ils pas les pires?

 

Jean Ortiz, universitaire.